La crianza de los hijos es una tarea que requiere de un esfuerzo conjunto por parte de ambos padres. Es importante que ambos se involucren de manera equitativa en todas las responsabilidades que conlleva criar a los hijos. En este artículo, exploraremos algunas claves y consejos para lograr una crianza compartida exitosa.
Equidad en la crianza
Compartir las mismas responsabilidades
Una de las claves para una crianza compartida exitosa es compartir las mismas responsabilidades. Esto implica que ambos padres se involucren en todas las etapas del cuidado de los hijos, desde el cambio de pañales hasta la educación y el apoyo emocional. Es importante que ambos padres se sientan igualmente responsables y comprometidos con la crianza de sus hijos.
Realizar tareas domésticas equitativamente
Además de las responsabilidades directamente relacionadas con los hijos, es importante que ambos padres también compartan las tareas domésticas de manera equitativa. Esto incluye la limpieza, la cocina, la compra de alimentos y cualquier otra tarea necesaria para mantener el hogar en orden. Al compartir estas responsabilidades, se evita que una persona se sobrecargue y se promueve un ambiente equitativo y colaborativo en el hogar.
Soportar la carga mental de la crianza
La carga mental de la crianza se refiere a la responsabilidad de recordar y organizar todas las tareas y necesidades de los hijos. Es importante que ambos padres compartan esta carga mental y se apoyen mutuamente en la planificación y organización de las actividades de los hijos. Esto incluye recordar citas médicas, fechas importantes y cualquier otra tarea relacionada con la crianza. Al compartir esta carga mental, se evita que recaiga únicamente en uno de los padres y se promueve una crianza más equitativa.
Contribuir económicamente de manera equitativa
Además de las responsabilidades directamente relacionadas con la crianza, es importante que ambos padres contribuyan económicamente de manera equitativa. Esto implica que ambos padres asuman la responsabilidad de proveer para los hijos y contribuir al sustento del hogar. Al compartir esta responsabilidad, se promueve una crianza más equitativa y se evita que uno de los padres se sienta sobrecargado económicamente.
Comunicación y acuerdos
Establecer acuerdos claros
Para lograr una crianza compartida exitosa, es fundamental establecer acuerdos claros entre ambos padres. Estos acuerdos pueden incluir la distribución de responsabilidades, las expectativas en la crianza y cualquier otro aspecto importante para la crianza de los hijos. Es importante que estos acuerdos sean claros, realistas y flexibles, para adaptarse a las necesidades cambiantes de la familia.
Comunicarse abierta y efectivamente
La comunicación abierta y efectiva es clave para una crianza compartida exitosa. Es importante que ambos padres se comuniquen de manera clara y respetuosa sobre sus necesidades, expectativas y preocupaciones en la crianza de los hijos. Esto incluye expresar las emociones de manera adecuada, escuchar activamente al otro y buscar soluciones conjuntas a los desafíos que puedan surgir. La comunicación abierta y efectiva fortalece la relación entre los padres y promueve una crianza más colaborativa.
Equilibrio y tiempo personal
Tener tiempo para uno mismo
Es importante que ambos padres tengan tiempo para sí mismos, fuera de las responsabilidades de crianza. Esto les permite recargar energías, cuidar de su bienestar emocional y físico, y mantener un equilibrio en sus vidas. Al tener tiempo para uno mismo, se promueve una crianza más saludable y se evita el agotamiento y el estrés excesivo.
Buscar equilibrio en las responsabilidades
Además de tener tiempo para uno mismo, es importante buscar un equilibrio en las responsabilidades de crianza. Esto implica distribuir las tareas de manera equitativa y asegurarse de que ambos padres tengan la oportunidad de participar activamente en la crianza de los hijos. Al buscar este equilibrio, se promueve una crianza más equitativa y se evita que una persona se sobrecargue.
Evitar obstáculos en la crianza compartida
Evitar el «maternal gatekeeping»
El «maternal gatekeeping» es un fenómeno en el que la madre asume el control y la responsabilidad exclusiva de la crianza de los hijos, impidiendo la participación activa del padre. Para evitar este obstáculo en la crianza compartida, es importante que ambos padres reconozcan y valoren la importancia de la participación activa del padre en la crianza de los hijos. Esto implica que la madre permita y fomente la participación del padre en todas las responsabilidades de crianza, sin interferir o cuestionar constantemente sus decisiones y acciones.
La crianza compartida requiere de un esfuerzo conjunto por parte de ambos padres. Es importante compartir las mismas responsabilidades, realizar tareas domésticas equitativamente, soportar la carga mental de la crianza y contribuir económicamente de manera equitativa. Además, es fundamental establecer acuerdos claros, comunicarse abierta y efectivamente, buscar equilibrio y tiempo personal, y evitar obstáculos como el «maternal gatekeeping». Al seguir estas claves y consejos, se promueve una crianza compartida exitosa y se fortalece la relación entre los padres y los hijos.