El contacto piel a piel entre la madre y el recién nacido es una práctica que tiene numerosos beneficios para el bebé. No solo ayuda a crear lazos afectivos entre ambos, sino que también tiene un impacto positivo en la salud del recién nacido. A continuación, exploraremos en detalle los beneficios de esta práctica.
Beneficios del contacto piel a piel
Creación de lazos afectivos
El contacto piel a piel permite que el bebé se sienta seguro y protegido al estar en contacto directo con su madre. Esto ayuda a fortalecer el vínculo emocional entre ambos desde el momento del nacimiento. Además, el bebé puede reconocer el olor y la voz de su madre, lo que contribuye a establecer una conexión emocional profunda.
Calma al bebé al escuchar el latido del corazón de la madre
El sonido del latido del corazón de la madre es familiar para el bebé, ya que lo ha escuchado durante todo el embarazo. Al estar en contacto piel a piel, el bebé puede escuchar el latido del corazón de su madre, lo que le brinda una sensación de calma y seguridad. Este sonido familiar puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad del recién nacido.
Olfateo de la leche materna
El olfato es uno de los sentidos más desarrollados en los recién nacidos. Al estar en contacto piel a piel, el bebé tiene la oportunidad de oler el aroma de la leche materna, lo que puede estimular su apetito y facilitar la lactancia materna.
Estimula la producción de leche materna
El contacto piel a piel estimula la producción de leche materna. Cuando el bebé está en contacto directo con el pecho de su madre, su succión y el estímulo de la piel ayudan a aumentar la producción de leche. Esto es especialmente beneficioso durante los primeros días después del parto, cuando la producción de leche puede ser baja.
Impacto en la salud del recién nacido
Ayuda a regular la temperatura del bebé
El contacto piel a piel ayuda a regular la temperatura del bebé. La piel de la madre actúa como un regulador térmico natural, manteniendo al bebé caliente y evitando la pérdida de calor. Esto es especialmente importante en los primeros días de vida, cuando el bebé aún no ha desarrollado completamente su capacidad para regular su temperatura corporal.
Estabiliza la frecuencia cardíaca y la respiración del bebé
El contacto piel a piel tiene un efecto estabilizador en la frecuencia cardíaca y la respiración del bebé. Al estar en contacto directo con su madre, el bebé se siente seguro y tranquilo, lo que ayuda a regular su ritmo cardíaco y su respiración. Esto es especialmente beneficioso para los bebés prematuros, que pueden tener dificultades para regular estas funciones por sí mismos.
Favorece la lactancia materna
El contacto piel a piel promueve la lactancia materna. Al estar en contacto directo con el pecho de su madre, el bebé tiene un acceso más fácil al pezón y puede iniciar la succión de manera natural. Además, el contacto piel a piel estimula la producción de leche materna, lo que facilita la lactancia y ayuda a establecer una buena producción de leche a largo plazo.
Reduce el estrés del bebé
El contacto piel a piel reduce el estrés del bebé. Al estar en contacto directo con su madre, el bebé se siente seguro y protegido, lo que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Esto es especialmente importante en los primeros días después del nacimiento, cuando el bebé está adaptándose a su nuevo entorno.
Promueve el desarrollo del sistema inmunológico del bebé
El contacto piel a piel promueve el desarrollo del sistema inmunológico del bebé. Durante el contacto piel a piel, la madre transfiere bacterias beneficiosas a través de su piel al bebé, lo que ayuda a fortalecer su sistema inmunológico y a protegerlo contra enfermedades. Además, el contacto piel a piel también promueve la colonización de bacterias beneficiosas en la piel del bebé, lo que contribuye a un sistema inmunológico saludable a largo plazo.
El contacto piel a piel entre la madre y el recién nacido tiene numerosos beneficios tanto a nivel emocional como a nivel de salud. Esta práctica ayuda a crear lazos afectivos, calma al bebé, estimula la producción de leche materna, regula la temperatura corporal, estabiliza la frecuencia cardíaca y la respiración, favorece la lactancia materna, reduce el estrés y promueve el desarrollo del sistema inmunológico del bebé. Por lo tanto, es fundamental fomentar el contacto piel a piel desde el momento del nacimiento para brindarle al bebé el mejor comienzo en la vida.